La historia comienza con algo de oscuridad y misterio:
unas viñetas iniciales que parecen el recuerdo de algo, de un algo vago,
olvidado; después nos vamos directamente a un ring de boxeo en donde los
pugilistas parecen enfrentarse por minucias, como siempre parece que sucede en
la mayoría de los combates de boxeo. Estamos en el inicio de Come Prima, una novela gráfica de Lionel Papagalli,
quien usa el seudónimo de Alfred (dibujante nacido en Francia en 1976), y desde
esas primeras páginas ya muestra una contundencia, una cadencia y el buen
manejo de la narración y el dibujo en comic.
Come Prima (que traduce “Como antes”, pero ha sido editado en
español con el título original. Ediciones Salamandra, Barcelona, 2014) es la
historia de dos hermanos, Fabio y Giovanni, quienes emprenden un viaje desde
Francia hasta Italia. Fabio, un boxeador de medio pelo, dejó su hogar, en Italia,
desde adolescente, y Giovanni ha decidido viajar hasta Francia en busca de un reencuentro.
La excusa para llevarse a su hermano mayor de vuelta a Italia es organizar la
herencia tras la muerte de su padre, quien por cierto ha viajado con Giovanni, o
por lo menos lo ha hecho lo que resta de él: una urna con sus cenizas.
La novela gráfica será entonces una especie de roadcomic (si es que el término se puede
usar), una historieta de carretera en donde los dos hermanos, con la compañía
de las cenizas de su padre y un perro, que luego recogerán en el camino,
vivirán una suerte de situaciones en donde el misterio de la huida de Fabio, de
la Italia de su infancia y adolescencia, se iráaclarando. Las diferencias del
hermano mayor con su padre, por su simpatía con los camisas negras fascistas,
la traición al sindicalismo y la orientación de izquierda del difunto padre, y
los golpes que recibe Fabio de su progenitor, cuando el hijo le cuenta sobre su
decisión de formar parte de las filas de Duce, configurarán parte del cuadro
del pasado que apenas comienza a resolverse para sus protagonistas.
El Simca 500, en el que van desde Francia hasta Italia,
se convertirá en el escenario de muchos de sus desencuentros en la carretera,
pero también el pequeño automóvil y su recorrido servirán para que los lectores
disfrutemos de los paisajes bellamente dibujados por Alfred: el paso de
ciclistas por la carretera, la parada en la orilla de un lago, el cruce del
ferrocarril, la estadía y el paso por algunos pueblos, posadas y bares al lado
de la zigzagueante carretera, los árboles, los campos cultivados, las nubes, los
colores de cada ambiente y ruta por la que van los hermanos aparecen a los ojos
del lector como otro personaje. Alfred también nos va contando algo de ese
pasado que distancia a los hermanos con las conversaciones entre ambos, en
donde vamos atando cabos, pero también con la irrupción cada tanto de secuencias
de viñetas que nos muestran cuadros de ese pasado, de la infancia de Giovanni,
de la adolescencia, de la aparente rebeldía y de la huida de Fabio.
Cada uno de los hermanos tiene algo que callar, o incluso
que ocultar, pero poco a poco todo nos será develado. Viajamos con Fabio y
Giovanni por su pasado y, obviamente, por su presente. La relación, que en un
principio era muy tensa, terminará suavizándose con el correr de las horas, con
la conversación entre dos hermanos que, al fin y al cabo, se quieren de verdad.
La llegada nos deparará una última sorpresa, la posibilidad de Fabio de
reconciliarse definitivamente con su pasado.
En Come Prima parece
que su autor ha puesto toda la carne en el asador: un dibujo entrañable, que
hace del viaje de carretera de los dos hermanos un disfrute para el lector;
unos colores que aumentan las sensaciones de los que estamos leyendo; una
narración íntima, serena, pero también dinámica, fuerte y contundente que
muestra las profundas emociones que embargan a sus personajes, y un manejo del
lenguaje de la historieta que nos hace ver y pensar el pasado y el presente de
Fabio y Giovanni. Es una historia, en todos los sentidos, muy bien lograda, no
en vano Come Prima fue premiada en
2014 como la mejor obra en el Festival Internacional de Cómic de Angulema
(Francia), que es quizá el festival más importante de historietas en el mundo.
Fabio parece tener una última oportunidad para
reconciliarse con su pasado; quizá lo logre porque al llegar a Italia ya es muy
diferente al Fabio que partió de Francia, en parte de eso se trata el viaje,
porque, como sabemos, no solo se trata de cambiar de un sitio a otro. Esa es la
sensación que se tiene cuando se lee la última viñeta y se cierra el libro de Come Prima: no solo ha sido un viaje de
Francia a Italia, también ha sido sobre todo un viaje del corazón.
Álvaro Vélez (truchafrita)
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