Qué importa si sos un traqueto, un mágico, un mafioso, un narcotraficante de los grandes, un político corrupto o un miembro de Opus Dei (o de la Iglesia Católica, en general), vale un huevo si sos un yuppie, si te encontraste la
robot en el suelo, en el escritorio de la oficina, en un bus, en tu bar de confianza; nadie te va a preguntar si te topaste con la gacetilla en la taquilla de alguna sala de cine de arte y ensayo, si se la robaste a un amigo o se la jalaste a la novia, cuando estaba borracha de amor (o de alcohol). Es que no te vamos a preguntar quién sos vos o qué hacés, si es que la gacetilla es gratis, para todo el mundo. Por eso anunciamos que, desde ayer, ya está circulando la nueva edición de
robot en la ciudad de Medellín, y para todo el mundo. Si sos un tipo malo nos importa un culo (témale eso sí al detective Muñoz), si leés y te llevás
robot para la casa y la coleccionás estás bien, lo otro son problemas con la justicia y con tu conciencia, porque nosotros siempre cumplimos cada mes.